La historia de Supertramp, una de las mejores bandas del rock de los años 70, es tan fascinante como desconocida por el gran público. Gracias al apoyo de un millonario, el grupo echó a andar en 1969 bajo el liderazgo de Rick Davies y Roger Hodgson, dos jóvenes y talentosos músicos ingleses con unos estilos muy diferentes y unos caracteres antagónicos pero a la vez increíblemente complementarios.

Tras la incorporación de Dougie Thomson, Bob Siebenberg y John Helliwell, a lo largo de una década extraordinaria Supertramp iba a conquistar el mundo publicando una serie de álbumes tan míticos e inolvidables como ‘Crime of the Century’, ‘Crisis? What Crisis?’, ‘Even in the Quietest Moments’, ‘Famous Last Words’ y, por supuesto, el universalmente conocido ‘Breakfast in America’.

Con una excelsa producción en el estudio y un magistral sonido en directo a cargo del ingeniero Russel Pope, el sinfonismo repleto de melodías pop de Supertramp haría llegar al grupo hasta lo más alto de las listas de éxitos en un buen número de países, logrando de ese modo vender decenas de millones de discos y llenar auditorios cada vez más grandes en todo el planeta.

Aunque la marcha de Roger Hodgson en 1983 pondría fin a la etapa más brillante de la banda, la popularidad de Supertramp permanece intacta y canciones como ‘Dreamer’, ‘Bloody Well Right’, ‘School’, ‘Give a Little Bit’, ‘The Logical Song’, ‘Goodbye Stranger’, ‘Take the Long Way Home’ o ‘It's Raining Again’ se han convertido, por méritos propios, en parte del subconsciente colectivo de varias generaciones.