Cuando Richard Thompson comenzó a escribir canciones para su último álbum, Ship to Shore, se sintió atraído instintivamente por sus propias raíces musicales, empleándolas al servicio de crear una diversa colección de 12 canciones que beben de varios estilos, géneros y épocas, sin perder su quintaesencia. Tenemos el ritmo retumbante al estilo Motown que impulsa “Trust” y el sencillo riff-rock de “Turnstile Casanova”. El zumbido de “The Old Pack Mule”, una “canción de viejo” que toma claves musicales de la música europea del siglo XVII, y “Life's a Bloody Show”, una oda a los “vendedores ambulantes de aceite de serpiente” sobre la que flota una melodía de cabaret, “casi como una parodia de una canción de Noël Coward, o algo del Berlín de los años 1920”, en sus palabras. "Me gustó la idea de tener una base sólida desde la cual trabajar y extender desde allí la mano. Y mi base es la música tradicional británica, pero también hay música escocesa e irlandesa. Hay jazz, country y clásica. En lo que a mí respecta, una vez que estableces tu base puedes llegar a cualquier lugar. Seguirás sonando a tí, dondequiera que decidas ir musicalmente”.